SI EL AMBIENTE NOS DÁ LA VIDA, ENTONCES....¿POR QUÉ QUITARLE LA VIDA AL AMBIENTE?
En 1978 los 914 seguidores de la asociación "El Templo del Pueblo", fundada por el pastor estadounidense James Jones se suicidaron en la localidad de Jonestown (Guyana), al ser inducidos por su líder a ingerir frambuesas con cianuro.
En lo que va de Febrero de este año cerca de 20 jóvenes en Japón se han suicidado dentro de sus vehículos utilizando el monóxido de carbono producido por estufas de carbón dentro del carro. Es realmente una cantidad pequeña comparada a los 30,000 casos de suicidios que ocurren en Japón cada año. En los Estados Unidos cerca de 33,000 personas se suicidan cada año pero más de medio millón lo intentan.
El suicidio generalmente conlleva tres pasos: pensar en hacerlo, planear cómo hacerlo y ejecutarlo. En Las Terrenas no hay datos disponibles sobre la cantidad de suicidios que han ocurrido, pero la evidencia visible aunque subjetiva parece indicar que una gran parte de la población está ejecutando una forma de suicidio colectivo aunque obviamente sin pensarlo y sin planearlo (por así decirlo).
¿Cómo es posible que la población esté ejecutando su propio suicido colectivo? Bueno, cada día de la semana desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche, una gran parte de la comunidad ingiere cantidades anormales y dañinas de sustancias altamente tóxicas y potencialmente mortales a corto y a largo plazo.
¿Cuáles son esas sustancias? Monóxido de carbono (CO), bióxido de carbono (C02), ozono, plomo, mercurio, azufre y otros químicos contenidos en los gases de combustión de motores y vehículos familiarmente conocido como "ese humazo." Otras sustancias tóxicas lo son el salitre sódico, el sulfato de sodio y el yodo, componentes básicos del caliche que nos cubre de manera casi permanente y que cariñosamente llamamos "el polvazo."
Finalmente, el gas ozono, el principal componente de las emisiones de combustión en motores y vehículos, se forma cuando los hidrocarburos y óxidos de nitrógeno reaccionan químicamente ante la luz solar. Mientras más calor peor es la producción del ozono en el ambiente. El ozono daña el tejido pulmonar en los humanos, al igual que causa daños a materiales manufacturados (su radio, su televisión, su carro, sus muebles, sus ropas) y también a las cosechas.
En las últimas semanas la causa mayor del levantamiento del polvazo lo son los muchos camiones que transportan caliche (mayormente llevándolos al nuevo campo de golf) y a raíz de que la mayoría de las calles por donde transitan, al igual que el resto de la comunidad, no tienen capa asfáltica. Un día expuesto al polvazo del caliche con todas sus partículas respirables y un día transitando por la Calle Duarte con ese humazo es como beberse una batida de cal con yodo sin azúcar y sin vainilla, o igual a respirar el humo de un anafe de carbón sentado dentro del carro con las ventanas cerradas.
La contaminación ambiental, especialmente la representada por las partículas respirables, se asocia significativamente con la mortalidad en muchas ciudades. De acuerdo al investigador español doctor Ferran Ballester Díez, "a pesar de que los riesgos observados son pequeños, las consecuencias para la salud pública son importantes, debido a que la exposición afecta a toda la población" (http://www.siicsalud.com/dato/dat029/02812000.htm).
La contaminación es uno de los problemas ambientales más importantes que afectan a nuestra comunidad y surge cuando se produce un desequilibrio, como resultado de la adición de cualquier sustancia al medio ambiente, en cantidad tal, que cause efectos adversos en el ser humano, en los animales, vegetales o materiales expuestos a dosis que sobrepasen los niveles aceptables en la naturaleza. La cantidad de polvo y humo en nuestra comunidad son francamente inaceptables y desequilibradas.
El desequilibrio en nuestra comunidad se manifiesta en la cantidad y variedad de desechos que se queman en todas partes (palos, ramas, gomas, plásticos y otros químicos), junto a la constante y gruesa capa de humo de los motores y carros, añadidos al polvo del caliche en todas nuestras calles. Las partículas dañinas respirables en el humo y el polvo no son tan diferentes a las usadas por los suicidas ya mencionados. La mayor diferencia es que nosotros nos estamos matando lentamente mientras que los suicidas se mataron rápidamente.
¿Por qué es una muerte lenta? De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos de Norteamérica, la exposición intensa al polvo y al humo causa irritación a los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones, produce tos y estornudos. Estos primeros síntomas son la manera que tiene el cuerpo de deshacerse de substancias extrañas. Las reacciones severas por lo general ocurren durante el primer día más o menos después de una elevada exposición y consisten en una persistente respiración entrecortada, respiración rápida, dolor en el pecho o sensación de opresión, dolor de cabeza, mareos, o desfallecimiento. Las personas que padecen asma, otros padecimientos pulmonares, o enfermedades del corazón pudieran ser más vulnerables a los efectos del polvo y del humo.
La EPA también nos dice que la exposición al polvo y al humo que sea de alta intensidad y poca duración muy probablemente tendrá efectos de corto plazo y reversibles (http://www.epa.gov/ttn/atw/3_90_022sp.html). La mayoría de las irritaciones causadas por el polvo a los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones pueden no producir efectos a largo plazo. La situación cambia drásticamente si se trata de condiciones permanentes o de largo plazo, o cuando existen pre-condiciones médicas.
NIVELES DE RIEZGO A LA SALUD CAUSADOS POR LA CONTAMINACION EN EL AIRE
El asma y los síntomas como el silbido del pecho y la dificultad para respirar ocasionalmente son causados por la exposición a una alta cantidad de algún irritante. También puede presentarse ocasionalmente la tos crónica, acompañada de flema y/o respiración entrecortada. Toda persona que desarrolle asma, silbido en el pecho, respiración entrecortada, dolor de pecho o fiebre deberá ver a su médico.
Nuevamente de acuerdo a la EPA, cuando las personas respiran el ozono al nivel de la calle el tejido de sus pulmones puede irritarse e inflamarse. Los niños son particularmente susceptibles por varias razones:
● Están frecuentemente en la calle y, por lo tanto, están siempre más expuestos;
● Tienen mayor potencial de padecer de asma y, por lo tanto, el ozono los afectaría más;
● Sus pulmones están todavía en desarrollo.
Otro grupo igualmente vulnerable son las personas que ya sufren de asma, o tienen condiciones respiratorias delicadas, o los que se ejercitan al aire libre.
¿Por qué nos estamos matando a nosotros mismos? Porque el polvo del caliche, el humo de carros y motores, y la quema indiscriminada de materiales desechables están produciendo todos los venenos y todas las condiciones necesarias para acabar con nuestros pulmones, con nuestros organismos, con nuestros muebles y bienes y con la comida que consumimos. ¡Y TODAS ESAS CONDICIONES LAS CREAMOS NOSOTROS MISMOS!
¿Qué hacer? 1) dejemos de contaminar; 2) demandemos de las autoridades competentes que cumplan su función de protección y supervisión; y 3) aprendamos más acerca de lo que podemos hacer para limpiar nuestro ambiente.
En 1978 los 914 seguidores de la asociación "El Templo del Pueblo", fundada por el pastor estadounidense James Jones se suicidaron en la localidad de Jonestown (Guyana), al ser inducidos por su líder a ingerir frambuesas con cianuro.
En lo que va de Febrero de este año cerca de 20 jóvenes en Japón se han suicidado dentro de sus vehículos utilizando el monóxido de carbono producido por estufas de carbón dentro del carro. Es realmente una cantidad pequeña comparada a los 30,000 casos de suicidios que ocurren en Japón cada año. En los Estados Unidos cerca de 33,000 personas se suicidan cada año pero más de medio millón lo intentan.
El suicidio generalmente conlleva tres pasos: pensar en hacerlo, planear cómo hacerlo y ejecutarlo. En Las Terrenas no hay datos disponibles sobre la cantidad de suicidios que han ocurrido, pero la evidencia visible aunque subjetiva parece indicar que una gran parte de la población está ejecutando una forma de suicidio colectivo aunque obviamente sin pensarlo y sin planearlo (por así decirlo).
¿Cómo es posible que la población esté ejecutando su propio suicido colectivo? Bueno, cada día de la semana desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche, una gran parte de la comunidad ingiere cantidades anormales y dañinas de sustancias altamente tóxicas y potencialmente mortales a corto y a largo plazo.
¿Cuáles son esas sustancias? Monóxido de carbono (CO), bióxido de carbono (C02), ozono, plomo, mercurio, azufre y otros químicos contenidos en los gases de combustión de motores y vehículos familiarmente conocido como "ese humazo." Otras sustancias tóxicas lo son el salitre sódico, el sulfato de sodio y el yodo, componentes básicos del caliche que nos cubre de manera casi permanente y que cariñosamente llamamos "el polvazo."
Finalmente, el gas ozono, el principal componente de las emisiones de combustión en motores y vehículos, se forma cuando los hidrocarburos y óxidos de nitrógeno reaccionan químicamente ante la luz solar. Mientras más calor peor es la producción del ozono en el ambiente. El ozono daña el tejido pulmonar en los humanos, al igual que causa daños a materiales manufacturados (su radio, su televisión, su carro, sus muebles, sus ropas) y también a las cosechas.
En las últimas semanas la causa mayor del levantamiento del polvazo lo son los muchos camiones que transportan caliche (mayormente llevándolos al nuevo campo de golf) y a raíz de que la mayoría de las calles por donde transitan, al igual que el resto de la comunidad, no tienen capa asfáltica. Un día expuesto al polvazo del caliche con todas sus partículas respirables y un día transitando por la Calle Duarte con ese humazo es como beberse una batida de cal con yodo sin azúcar y sin vainilla, o igual a respirar el humo de un anafe de carbón sentado dentro del carro con las ventanas cerradas.
La contaminación ambiental, especialmente la representada por las partículas respirables, se asocia significativamente con la mortalidad en muchas ciudades. De acuerdo al investigador español doctor Ferran Ballester Díez, "a pesar de que los riesgos observados son pequeños, las consecuencias para la salud pública son importantes, debido a que la exposición afecta a toda la población" (http://www.siicsalud.com/dato/dat029/02812000.htm).
La contaminación es uno de los problemas ambientales más importantes que afectan a nuestra comunidad y surge cuando se produce un desequilibrio, como resultado de la adición de cualquier sustancia al medio ambiente, en cantidad tal, que cause efectos adversos en el ser humano, en los animales, vegetales o materiales expuestos a dosis que sobrepasen los niveles aceptables en la naturaleza. La cantidad de polvo y humo en nuestra comunidad son francamente inaceptables y desequilibradas.
El desequilibrio en nuestra comunidad se manifiesta en la cantidad y variedad de desechos que se queman en todas partes (palos, ramas, gomas, plásticos y otros químicos), junto a la constante y gruesa capa de humo de los motores y carros, añadidos al polvo del caliche en todas nuestras calles. Las partículas dañinas respirables en el humo y el polvo no son tan diferentes a las usadas por los suicidas ya mencionados. La mayor diferencia es que nosotros nos estamos matando lentamente mientras que los suicidas se mataron rápidamente.
¿Por qué es una muerte lenta? De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos de Norteamérica, la exposición intensa al polvo y al humo causa irritación a los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones, produce tos y estornudos. Estos primeros síntomas son la manera que tiene el cuerpo de deshacerse de substancias extrañas. Las reacciones severas por lo general ocurren durante el primer día más o menos después de una elevada exposición y consisten en una persistente respiración entrecortada, respiración rápida, dolor en el pecho o sensación de opresión, dolor de cabeza, mareos, o desfallecimiento. Las personas que padecen asma, otros padecimientos pulmonares, o enfermedades del corazón pudieran ser más vulnerables a los efectos del polvo y del humo.
La EPA también nos dice que la exposición al polvo y al humo que sea de alta intensidad y poca duración muy probablemente tendrá efectos de corto plazo y reversibles (http://www.epa.gov/ttn/atw/3_90_022sp.html). La mayoría de las irritaciones causadas por el polvo a los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones pueden no producir efectos a largo plazo. La situación cambia drásticamente si se trata de condiciones permanentes o de largo plazo, o cuando existen pre-condiciones médicas.
NIVELES DE RIEZGO A LA SALUD CAUSADOS POR LA CONTAMINACION EN EL AIRE
El asma y los síntomas como el silbido del pecho y la dificultad para respirar ocasionalmente son causados por la exposición a una alta cantidad de algún irritante. También puede presentarse ocasionalmente la tos crónica, acompañada de flema y/o respiración entrecortada. Toda persona que desarrolle asma, silbido en el pecho, respiración entrecortada, dolor de pecho o fiebre deberá ver a su médico.
Nuevamente de acuerdo a la EPA, cuando las personas respiran el ozono al nivel de la calle el tejido de sus pulmones puede irritarse e inflamarse. Los niños son particularmente susceptibles por varias razones:
● Están frecuentemente en la calle y, por lo tanto, están siempre más expuestos;
● Tienen mayor potencial de padecer de asma y, por lo tanto, el ozono los afectaría más;
● Sus pulmones están todavía en desarrollo.
Otro grupo igualmente vulnerable son las personas que ya sufren de asma, o tienen condiciones respiratorias delicadas, o los que se ejercitan al aire libre.
¿Por qué nos estamos matando a nosotros mismos? Porque el polvo del caliche, el humo de carros y motores, y la quema indiscriminada de materiales desechables están produciendo todos los venenos y todas las condiciones necesarias para acabar con nuestros pulmones, con nuestros organismos, con nuestros muebles y bienes y con la comida que consumimos. ¡Y TODAS ESAS CONDICIONES LAS CREAMOS NOSOTROS MISMOS!
¿Qué hacer? 1) dejemos de contaminar; 2) demandemos de las autoridades competentes que cumplan su función de protección y supervisión; y 3) aprendamos más acerca de lo que podemos hacer para limpiar nuestro ambiente.
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